domingo, 11 de enero de 2009

ATENCIÓN: ESTA ENTRADA CONTIENE SPOILERS QUE REVELAN DATOS DE ENTRADAS QUE SE PUBLICARÁN PRÓXIMAMENTE ---------------------------- Sigue Leyendo:

Hablemos de las modalidades de pornografía que actualmente ofrecen empresas y particulares mediante la Red. En un directorio convencional podemos encontrar categorías como: sexo anal, gordas, folladas, latinas, juguetes, sado, jovencitas, sexo gay, orgías, mamadas, manga, corridas, interracial, TGPs, maduras, travestis, culos, negras, asiáticas, fetichismo, de pago, sexo duro, lesbianas, tetonas, amateurs, relatos, pornstars, arte, masturbación, violencia, bizarro, animales, POVs, webcams, bukkakes, modelos, fiestas, etc. Lo interesante del asunto es que, para la búsqueda de ciertas categorías especiales, como la coprofagia (uso de heces con fines fetichistas) o la acrotomofilia (sexo con individuos con algún miembro amputado) un directorio convencional no es válido; se debe acceder a páginas especializadas para poder consumir, mediante compra o gratuitamente, online o en descarga directa, el producto deseado.

Preguntas:

1) ¿La gente se ha vuelto hoy sexualmente loca, o mas bien es que Internet ofrece la posibilidad de hacer publicas algunas de las prácticas extremas que llevan ejecutándose durante siglos de Historia, desde tiempos inmemoriales? ¿No son estos géneros el último modelo de representación ficcional de hasta que punto puede llegar la lógica de la imaginación humana a absorber la atención del destinatario, a alejarlo virtualmente de los valores morales convencionales siguiendo la tradición de La filosofía en el tocador del Marqués de Sade? Incluso Seth Mcfarlane nos advierte en un capítulo de Padre de Familia de como, antes de convertirse en convenciones socialmente aceptadas, estas prácticas extremas tienen la capacidad de engendrar una serie de géneros que focalizan su atención en la propia reacción del espectador ante el visionado[1], por encima del propio contenido del producto, incluso convirtiéndose en parodias de sí mismos.


2) ¿No es exactamente lo mismo que sucede con la música? Géneros que siempre se habían mantenido ocultos al público y que ahora, gracias a la Red, se nos presentan como partes iguales de un espacio de cooperación en el que nadie queda marginado. Aunque, digámoslo claro, aún existen tendencias extremas y laterales que solo pueden conseguirse en blogs muy específicos. No ha llegado aún el día en el que las páginas principales de portales como MySapce o Lastfm contengan hipervínculos que, a modo de promoción, nos ofrezcan la posibilidad de escuchar Monarch, Fantomas, John Zorne o Sun O))) sin saber previamente de que se trata.

Respuesta a 1 y 2:

Sencillamente Internet crea un espacio estéticamente comunista en el que raros, popis, depravados, melómanos y friquis pueden convivir sin pegarse. Hasta podrían tener hijos.

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