martes, 24 de febrero de 2009

2

Eduardo escucha "In fiction" de la banda norteamericana Isis sentado en el sofá de su salón junto a su novia Natsuki, una muñeca erótica de 4 Woods que compró por la red hace dos meses. Eduardo es feliz porque su novia lo tiene todo. Dispone de una suave y elástica piel de silicona que se usa en tratamientos médicos para personas reales. Está dotada de una estructura esquelética de silicio con articulaciones de doble eje que permiten 33 grados más de movimiento respecto a modelos anteriores. Posee un gel especial en el interior de los senos que reproduce la sensación táctil y el movimiento de unos pechos reales. Contiene maquillaje incrustado en la silicona para una mayor duración del color y un agujero matrimonial diseñado con materiales suaves que Eduardo limpia después de cada uso. Y todo ello lo completa el bello en el cuerpo, que ha sido trasplantado a partir de una mezcla de cabello real y materiales sintéticos. Through fiction we saw the bird / Of futures yet to come. Para Eduardo la elección de la canción no ha sido casual. Es la primera vez en mucho tiempo que escucha música junto a alguien. Esperaba que fuera una persona especial y Natsuki parece comprender muy bien esa actitud contemplativa con la que a Eduardo le encanta escuchar Isis, sentado en el sofá, desconectado el teléfono, las persianas bajadas, un solo foco de luz verde dispuesto en una esquina, verde como los directos de Isis que Eduardo ha visto por Youtube. Natsuki con su estrecho vestido rojo. Ahora le toca un pecho. Le besa los párpados. Eduardo piensa que la tarea de los diseñadores de 4 Woods es el modo más precioso que existe de investigar la realidad. Alguien llama a la puerta. Tal vez el portero, preocupado porque hace días que Eduardo no cruza el portal. Solo él y Natsuki en el salón verde. Yet in Fiction lay the bones / Ugly in their nakedness / Yet under this Mortal Sun / We cannot hide Ourselves

lunes, 16 de febrero de 2009

CURSO ONLINE SOBRE ROTHKO


1) ALGUNOS DATOS SOBRE MIRCEA ELIADE

En 1928, avanzandose a su tiempo en lo que respecta a la posterior moda jipi de viajar a la India para descubrir nuevas drogas y a uno mismo, Eliade parte de Bucarest para emprender un viaje de tres años que, según los académicos, será fundamental para forjar su identidad y su obra como historiador de las religiones. Con esta mirada es con la que comenzará a interesarse por el arte contemporaneo. A partir de las cuestiones que plantea Eliade, me interesa un análisis de la obra de la Rothko; pero antes, 5 minutos de calentamiento y quema de grasa:

2) BREVÍSIMA LECCIÓN MAGISTRAL DE ARTE CONTEMPORANEO

Después de la Segunda Guerra Mundial, algunos artistas provinentes de diferentes disciplinas cuya característica común era ser muy sensiblones, pensaron si realmente tenia sentido hacer arte mientras otras personas lanzaban bombas nucleares en mitad de la población o exterminaban etnias. Así pues, decidieron que lo más lógico era relacionarse con sus obras de una forma un poco más violenta ¿Por que no destruir en lugar de crear? dijo uno. Es entonces cuando Jackson Pollock pisa sus lienzos, Shozo Shimamoto raja sus cuadros y Piero Manzoni excreta en latas. Los manuales lo llaman Arte Contemporaneo, pero yo creo que eso es más bien un eufemismo pijo para agrupar tendencias diversas como el Dripping Painting, el Action Painting, el Fluxus o el Arte Povera, entre otras.

3) COMO ENTENDER ESTO DEL ARTE CONTEMPORANEO A LA LUZ DE LA TESIS DE MIRCEA ELIADE, PARTIENDO DE SU ENSAYO <PERMANENCIA DE LO SAGRADO EN EL ARTE CONTEMPORANEO> Y ACABANDO CON UN HELADO DE FAMBRUESA, NARANJA Y LIMÓN.

A raíz de este cambio de paradigma, el camino del artista moderno consiste en la destrucción de las formas tradicionales y la admiración por lo elemental, lo más puro. En relación con esta última tendencia, Eliade sostiene que esta fascinación no consiste en una búsqueda del conocimiento objetivo de la realidad, como sucedía con la pintura de paisajes decimonónica, sino en un deseo de apresar el sentido profundo de su universo plástico. Nos situamos aquí en una valoración de la obra de arte más bien estetico-religiosa que filosófica, lo cual no desacredita puntos de vista más propios de la Historia del arte. Para que nos entendamos, hablamos aquí de artistas ateos: no creen en Dios, no pintan ídolos, tan sólo buscan la espiritualidad en el propio material que trabajan. Se trata de una religión tangible o, en palabras de Eliade, de una religión cósmica, con la que el artista retorna a esa actitud arcaica de revelar lo sagrado en las formas materiales. La tesis de Eliade consiste en que el arte sagrado en el siglo XX ya no es religioso, ya que está creado en las esferas profanas de lo artistico, esto es, el arte abstracto.
Con ello, la obra de Rothko es ejemplar para ilustrar esta idea. Rothko disuelve la figuración de sus imagenes, en un intento de reencontrar una estructura primera, arcaica y esencial. Ya no le sirven las figuras humanas, y necesita recurrir a la abstracción para seleccionar las texturas e imagenes que la figuración ya no puede ofrecerle. Lo jodido es que este proceso de renuncia a la figuración comienza a inicios de los 40, lo cual significa que, crónologicamente hablando, el punto 2 no nos sirve de mucho pero... ¡Que más da! ¡La cronología no entiende de contemplación! ¡Hablamos aquí de como a través de la reflexión espiritual podemos decifrar una cosmogonía que un artista despliega a través de un medio profano! Y si no es así, siempre nos quedará ese clàsico, la interpretación del helado de frambuesa, naranja y limón, combinación poco apetecible pero, eso sí, combinación cósmica.

rothko Pictures, Images and Photos
"Sin título"

domingo, 8 de febrero de 2009

¿TE GUSTA EL CINE? ¡DESCUBRE TU CINEFILIA!

1)
En el año 2007 te diriges al cine a ver Zodiac, la última película de David Fincher. Pongamos por caso que no eres un crítico cultural ni un literato. No has leído a Bazin ni el Cahiers du Cinema, ni siquiera el Fotogramas del último més. Tan solo eres un espectador que va al cine, que le encantó Se7en y que te has enterado de que Fincher estrena una nueva película de asesinos en serie. Así que compras la entrada reducida con el carné del TR3SC, un menú combo con Coca Cola Light, un twix y vamos allá. La primera hora de peli promete: unos periodistas que reciben cartas apócrifas de un supuesto asesino en serie, combinado con una trama de investigación policial. La segunda hora resulta algo farragosa para ti: la trama se dilata, la investigación se congela, y las pistas se diluyen. La última media hora és la búsqueda de un final imposible; lo buscan los personajes, los guionistas e incluso tu. Jamás sabrás quien es el asesino, ni tan solo si este existe o se trata de un colgado que se atribuye asesinatos para crear un perfil virtual de sí mismo.¿Como te sientes cuando termina la película?

a) Piensas que te han tomado el pelo y que Se7en sí que era buena, sobretodo la escena final en la que Brad Pitt le peta la olla a Kevin Spacey.

b) Piensas que la película és una metáfora de cómo el concepto hitchcockiano del McGuffin ha superado lo anecdótico para emperzar a explorar terrenos mucho más interesantes.

c) Piensas en lo estúpido que resulta el pedirse una Coca Cola Light si va acompañada de un twix.

2)
Dos años después, harto de películas con argumentos convencionales, decides ir a ver El curioso caso de Bejamin Button. En bachillerato te obligaron a leer un cuento de Manuel de Pedrolo titulado <El regressiu>, con una historia muy parecida y, aunque no conoces el relato de Fitgerald en el que se basa la película, te consideras suficientemente documentado como para comprender el film en su totalidad. Esta vez, ya sabes que vas a encontrarte con algo especial, así que te concentras durante las 2h y 37 minutos de metraje. En este caso, y para no joder con spoilers, te guardas la historia para ti. ¿Como te sientes cuando termina la película?

a) Consideras El curioso caso de Benjamin Button una mezcla entre Amelie y Encuentros en la 3a fase, lo que significa que Fincher te la ha colao dos veces y jamás volverás a ver una película suya.

b) Ves en la película la forma más maravillosa de narrativizar la experiencia humana. Benjamin Button representa la mirada interior. El hecho de que viva una vida al revés, naciendo viejo y volviéndose joven, es una metáfora que funciona para desarrollar la compleja sicología del ser humano: el niño que nace sientiéndose diferente a los demás, incapaz de comprender lo que sucede a su alrededor, y que poco a poco va adquiriendo una forma bella, joven, es decir, el camino hacia la realización personal. Te encanta, también, como la película establece un diálogo con la historia del cine, la heterogeneidad del lenguaje cinematográfico con el que cada època de los Estados Unidos -comenzando con los felices años 20 y terminando con la llegada del huracán Katrina- se ve a sí misma a través del reflejo de celuloide.

c) Te apresuras en volver a casa y te masturbas pensando en la Kate Blanchet del segundo acto. Te imaginas, a poder ser, que te lo haces con ella mientras realiza la postura de bailarina con la que intenta seducir a Brad Pitt.

Resultados

Mayoria de a)

Eres un cinéfilo de los que estan de moda. Te mola rajar y no dejas pasar ni una. Serías capaz de liarte a hostias con todo aquel que mancille el honor de alguna de tus Películas Sagradas (Reservoir Dogs, E.T., Forrest Gump, Terminator 2, Matrix, etc.) Posiblemente odies a Albert Serra, y con razón. David Fincher se aleja cada vez más de lo que para ti es el cine. Si fuera tu novia, le enviarias un sms en el que, a modo de advertencia, pusiera “Tnmos k ablar”.


Mayoria de b)

Felicidades. Tu cinefilia es digna de Festival Internacional. Te mereces un lugar en el cielo del cine, esto es, un voto para la lista de las mejores películas del año según los lectores de Cahiers du Cinema. Has advertido con ojo crítico que David Fincher está que se sale y que, en un mundo en el que la originalidad narrativa se ha convertido en un chiste -véase el caso de Tarantino, cuyos dos últimos films lo han convertido en una parodia de sí mismo- Fincher apuesta por una mirada reflexiva, introspectiva y espiritual de la existencia humana.


Mayoria de c)

No vale la pena que sigas pagando por ir al cine. Llama a tu colega informático para que te abra los puertos del Router y bajate las pelis i series de Emule. Serás más feliz.

viernes, 6 de febrero de 2009

DOS PÁJAROS DE UN TIRO O COMO APRENDÍ A DEJAR DE ODIAR A ALBERT SERRA Y DISFRUTAR DEL SUFRIMIENTO

Una cosa está clara: criticar a Albert Serra mola. Sí, ese tio con bigote y acento rural que dice estar solo en el cine español, que no sabe muy bien si su cine es o no religioso, que no dirige actores sino a colegas y que, por si eso fuera poco, se caga en todo cineasta que, en el panorama actual, podría recordarte a él. No lo pone fácil, no. Un par de lecciones de élite sobre El cant dels ocells para aquellos que no hayan leído la Biblia y/o el Cahiers de Diciembre
Para Carlos F. Heredero es un alejamiento de los personajes-símbolo que son los Reyes Magos, una imagen plana. Para Ángel Quintana, es un retorno al carácter esencialista del mito, la necesidad de relatar el cuento de Navidad desde una total transparencia, lejos de toda posibilidad de virtuosismo y ornamentación fílmica. Para Cyril Neyrat es la poética de la indefinición de los personajes, un encadenamiento de superficies gráficas en las que no hay contenido narrativo, tan solo aficionados caminando hacia el horizonte. Pero, ¿que es exactamente El Cant dels ocells? Para mi, se trata de restablecer el grado cero de la historia del cine. Un desierto simbólico, una superficie fría, una tabula rasa en la que todo empieza de nuevo: sin tramas, sin colores, sin personajes, sin influencias. Todo eso es el Cant dels ocells, una provocación narrativa que debe leerse como tal si uno no quiere morir de indigestión. Y es que Albert Serra produce indigestión. Para mi, es un tipo con mucha suerte, que no hubiera tenido cabida dentro del panorama del cine europeo si no fuera por cineastas precedentes que le han allanado el terreno (Gus Van Sant con Gerry, Marc Recha con Pau y el seu germà, Jaime Rosales con Tiro en la cabeza y Jose Luis Guerín con En construcción) y en los que, curiosamente, se caga Albert Serra. Pero decir que Albert Serra no hace cine es como decir que Mike Patton no hace música, que Dino Buzzati no hace literatura o que Jackson Pollock no hace pintura. ¿Desde cuando un autor debe ser consciente de la magnitud de su obra?
Recientemente he leído en un blog muy cool como se comparaba El cant dels ocells con el videoclip de Enjoy the Silence de Depeche Mode. Estupenda comparación, digna de la reseña que en 2o de ESO hiciste sobre el libro que no habías leído. Podemos vomitar todo nuestro malestar con blasfemia infundada, o podemos evaluar nuestra indigestión con nuevas herramientas críticas, sufrir la película, sudarla hasta el final, y luego juzgar. Para el malestar, siempre es bueno disponer de un Cahiers en el bolso, que aunque supone hacer trampa, sigue siendo el mejor antibiótico para la falta de juicio.


Seguidores